2023: Año de Francisco Villa, el revolucionario del pueblo
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:
Me da mucho gusto estar en Nuevo Laredo, en Tamaulipas, en este acto en el que inauguramos estas instalaciones, este regimiento de caballería motorizado, para garantizar la paz, la tranquilidad, aquí, donde comienza nuestra patria.
Estar en Nuevo Laredo es recordar nuestra historia. La historia es la maestra de la vida. Quien no sabe de dónde viene difícilmente sabrá hacia a dónde va. Por eso es importante hablar de los antiguos pobladores de Nuevo Laredo, porque en su tiempo actuaron con mucha lealtad a México.
Todo comienza cuando el presidente de Estados Unidos, Polk, y el Congreso de ese país, deciden de manera arbitraria invadir a México. Y aunque hay muchos mexicanos que defienden a la patria —entre otras gestas tenemos que recordar a los Niños Héroes de Chapultepec que, en ese entonces, 1847, ofrendaron su vida para enfrentar a los invasores—, no obstante, fue muy triste, porque el 16 de septiembre de ese mismo año, 1847, se llegó a izar la bandera de Estados Unidos en Palacio Nacional, en el Zócalo, en el corazón político, social, cultural de nuestro país.
Hubo mucha tristeza en ese tiempo, que se fue curando con la dignidad que se demostró cuando se padeció de ese gran zarpazo, que significó quitarnos más de la mitad de nuestro territorio. Por eso se recuerda tanto la gesta de los Niños Héroes.
Pero también hay otros hechos históricos que deben de mantenerse en la conciencia colectiva, en la historia de nuestro país. En ese entonces, cuando ya se firman los tratados obligados por las circunstancias —por la fuerza, no por la razón— y se decide que la nueva frontera iba a ser el río Bravo y no la anterior frontera que se tenía con Estados Unidos, por el río Nieves, los pobladores de Laredo, mexicanos, se inconforman porque no querían pertenecer a Estados Unidos o, mejor dicho, querían seguir siendo mexicanos, pero ya se habían firmado los tratados. De todas maneras, se opusieron; hubo hasta una consulta en aquel entonces y la mayoría de los pobladores de Laredo votaron, decidieron seguir siendo mexicanos; sin embargo, no se les permitió.
Y por eso, un puñado de familias decidieron pasarse de este lado del río y fundar Nuevo Laredo, se trajeron hasta sus muertos, eso es Nuevo Laredo y Laredo, y toda esta frontera. Y a veces se piensa que como se vive cerca de Estados Unidos se tiene menos amor por la patria que quienes viven al interior de nuestro territorio, y no es exactamente así; en toda esta frontera hay mucho nacionalismo, mucha lealtad a nuestra patria.
En ese entonces también hubo un gobernador de Tamaulipas, Juan Guerra, en los años 50 del siglo XIX. Como había quedado mucha tristeza, desolación y muy poca actividad económica, tomó la decisión de declarar que la frontera de Tamaulipas iba a ser una frontera libre, franca, para estimular la actividad económica y comercial para el progreso de los pueblos de esta frontera. Se estableció esa política de apoyo a la frontera.
Posteriormente, por suerte para los tamaulipecos, llega a la Presidencia Manuel González, general que había participado en la defensa de nuestra patria cuando otra de las invasiones, la francesa; y llegó a ser presidente de México de 1880 a 1884, porque en ese entonces los periodos presidenciales no eran de seis, sino de cuatro años.
Y él secunda la iniciativa del gobernador Ramón Guerra, y ya establece por ley que la frontera iba a tener estímulos especiales el comercio y para el desarrollo económico.
Luego, Porfirio Díaz continúa con esos apoyos, declara también como frontera libre, franca, a no sólo Tamaulipas, sino a toda la frontera de México con Estados Unidos.
Esa política se mantiene después de la Revolución; todos los presidentes la acatan, hasta que después del 88, en ese sexenio de este pasado siglo se modificó con el tratado económico-comercial esa política, y se dejó ya sin apoyo a las ciudades, a los pueblos fronterizos de México.
Cuando llegamos nosotros a la Presidencia, conociendo toda esta historia decidimos que iban a regresar los apoyos a los pueblos, a las ciudades, a los estados fronterizos. Y desde el primer año, 2019, decidimos que en esta frontera iba a pagarse la mitad del IVA de lo que se paga en el resto del país y la mitad del impuesto sobre la renta, y todo eso se está cumpliendo.
Pero, también, se decidió que se iba a homologar el precio de la gasolina de Nuevo Laredo con Laredo. Por eso, hoy pudimos constatar que la gasolina en Monterrey cuesta 24 pesos el litro y aquí 18 pesos, cuando menos cinco pesos menos que en Monterrey y que en el resto del país.
Pero lo más importante de todo es que decidimos aumentar el salario mínimo en más proporción en la zona fronteriza. Aquí, cuando llegamos a la Presidencia, el salario mínimo era de 88 pesos, alrededor de dos mil 500, dos mil 600 pesos mensuales; ahora en el resto del país aumentó el salario mínimo, y ya va a entrar en vigor a partir del 1° de enero, al doble, como siete mil pesos mensuales; pero en el caso de la frontera, al triple al salario mínimo, 11 mil 300 pesos mensuales. Todo eso se ha hecho en beneficio de los tamaulipecos, de quienes viven en estas ciudades fronterizas.
Y creo yo que, además de otras acciones que vamos a seguir impulsando junto con el gobernador Américo Villareal en beneficio del pueblo de Tamaulipas, además de otras acciones, de otros programas, va a ser muy importante el que podamos cumplir otro compromiso: antes de que yo termine, el 21 de septiembre vamos a inaugurar la sede de la aduana nacional aquí, en Nuevo Laredo, 21 de septiembre. Ahora inauguramos este regimiento que tiene el propósito de garantizar la paz, la tranquilidad, pero también de proteger las instalaciones y a quienes van a laborar desde Nuevo Laredo en la aduana; aquí va a ser la sede de la aduana nacional, es un plan de descentralización de la Administración Pública Federal.
Y les doy otra buena noticia: el director de la aduana en México es un general retirado, un general de división que nos acompaña, André Foullon, que es uno de los militares con más prestigio en las Fuerzas Armadas, que nos acompaña aquí, y que voy yo a venir junto con el general Sandoval, vamos a venir a instalarlo el día 21 de septiembre.
Esto va a ayudar mucho a Nuevo Laredo y va a seguir siendo esta aduana la principal del país con más seguridad, con más eficiencia, con más honradez, porque el general André Foullon es un militar honesto, íntegro el que ahora está a cargo de la aduana, director general de la aduana nacional de nuestro país.
Y Tamaulipas tiene mucho futuro porque está creciendo, como ustedes lo pueden constatar, el comercio, las relaciones económicas con Estados Unidos. Que, dicho sea de paso, aun cuando hablé —porque nosotros perdonamos, pero no olvidamos— ya hablé de lo mal portados de los gobiernos de Estados Unidos en otras épocas, ahora las cosas han ido cambiando, se tiene más respeto por nuestra soberanía y ya, como me lo ha expresado en muchas ocasiones el presidente Biden, el trato con México se da en un pie de igualdad, porque somos un país libre, independiente, soberano, no somos protectorado ni colonia de ningún país extranjero. Y ahora con esta nueva circunstancia, esta nueva relación, este nuevo trato, esta buena vecindad, pues está creciendo la economía, el comercio.
Además, ya son 40 millones los mexicanos que viven, trabajan honradamente en Estados Unidos. Ahora que nos encontramos en San Francisco, el presidente Biden expresó que, de cada 100 niños que estudian en Estados Unidos, ya 26 son hispanos. Así está la presencia de México en Estados Unidos y pues eso nos hermana mucho.
Y vamos a seguir manteniendo esta relación de respeto y de cooperación económica. También debe saberse que ya México o Estados Unidos, ya México es el principal socio económico-comercial de Estados Unidos en el mundo, esto es muy importante, esto se ha logrado en los últimos años. Y hay muchos proyectos para que se incremente la inversión extranjera, se instalen nuevas plantas, nuevas empresas en nuestro país, se generen empleos y mejoren los salarios para los trabajadores.
Y todo esto también es posible porque se va avanzando en garantizar la paz, la tranquilidad en las ciudades fronterizas, aquí en Tamaulipas. Y depende mucho, mucho, mucho, de quién gobierna un estado, de la autoridad moral de los gobernantes.
En Tamaulipas tomaron la decisión y tuvieron el atino, la suerte de elegir como gobernador a Américo Villarreal, un hombre íntegro, un hombre honesto, muy distinto a lo que se padeció en Tamaulipas en los últimos tiempos. Ya nada más con eso vamos avanzando, vamos de gane, con tener un buen gobernador, como lo merece el pueblo noble, trabajador, progresista de Tamaulipas.
Me da muchísimo gusto, por lo mismo, inaugurar este regimiento, estas instalaciones.
Agradecerles a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas; agradecerles a los soldados de la Guardia Nacional, del Ejército. Que nunca olviden que el soldado es pueblo uniformado, que el Ejército Mexicano surgió con la Revolución para defender al pueblo cuando se asesinó de manera cobarde al Apóstol de la Democracia, a Francisco I. Madero.
Un gobernador, también excepcional, Venustiano Carranza, fue el único que se rebeló frente a esa usurpación y desde Coahuila, donde gobernaba, llamó a que se constituyera un ejército, 1913, y ese es el origen del actual Ejército que viene del pueblo y está para proteger y ser leal siempre a nuestro pueblo y a nuestra patria.
Me dio mucho gusto estar esta tarde aquí con ustedes.
Y ya quedamos, en febrero voy a estar en el informe del gobernador, como lo pidió, porque no le puedo decir que no. Es, ya lo dije, un gobernador excepcional. Y el 21 de septiembre vamos a regresar para inaugurar aquí las instalaciones de la aduana de México.
Muy buenas tardes. Y felicidades por la Navidad y por el nuevo año. Un abrazo fraterno.
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