2023: Año de Francisco Villa, el revolucionario del pueblo
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Me da mucho gusto estar con ustedes aquí en Chetumal, la capital del estado de Quintana Roo, este estado con tanta historia, con tanta cultura.
Estar aquí en Chetumal es recordar nuestra historia personal, familiar, porque yo soy originario, nativo de Tabasco, del sureste, y mis padres eran comerciantes y desde niño veníamos a Chetumal. Conozco Chetumal desde hace como 55, 60 años, estaba yo muy tiernito.
Y conozco la historia de Quintana Roo desde que se constituyó en estado en la época de Porfirio Díaz, que una parte del territorio de Yucatán pasó a formar parte del estado actual de Quintana Roo. Y conozco pues cómo se fue poblando Quintana Roo.
Era muy difícil vivir en este estado, por las enfermedades, por las pandemias y también por la opresión, porque el propósito era despojar a los indígenas de sus tierras para entregar grandes extensiones de terrenos a latifundistas vinculados con Porfirio Díaz.
En ese entonces un hijo de un gran político porfirista militar, Bernardo Reyes, llegó a tener aquí miles de hectáreas, otro político de la península originarios de Yucatán y radicados después en Campeche, los de la familia de Justo Sierra, un hermano de él era el dueño de la Isla de Cozumel. Entonces, fue muy difícil para la población originaria, para los mayas, porque los querían exterminar.
Aquí se entrenaron los militares más autoritarios, represores, como Victoriano Huerta, como Blanquet y otros. Y en ese tiempo durante el porfiriato Quintana Roo, como aquí se ha dicho, fue una cárcel, le llamaban ‘la Siberia tropical’. Siberia, pensando en lo que significa esa región de Rusia, de lo más inhóspito por las bajas temperaturas, ahí enviaban a los presos de manera especial a los que se oponían al zarismo. Pues lo mismo se dio aquí, era como una cárcel, aquí enviaban a los opositores a la dictadura porfirista, aquí estuvieron presos los dirigentes que encabezaron la huelga de Río Blanco, en Veracruz, y muchos otros prisioneros.
Quien sabe más de esto, porque ha estado escribiendo un libro sobre esta historia, es mi compañera, mi esposa Beatriz, que hasta la invito a que venga aquí conmigo a comentar algo. Abrimos un paréntesis, nada más para que nos platique sobre una novela que está escribiendo, algo. Como ya no hay equidad porque son puras mujeres, pues ya de una vez. ¿Le permitimos que hable? Bueno.
BEATRIZ GUTIÉRREZ MUELLER: Gracias, gracias Chetumal. Gracias al gobierno de Quintana Roo, a las autoridades federales y locales, a mi presidente. Pues sí, porque es mi presidente, claro que sí.
Miren, yo creo que no, no, no es buen día para hablar de novelas, pero, a propósito de lo que decía nuestro presidente, me viene a la memoria que llegar a este día, ustedes, mujeres, sí, en efecto, significa más de 100 años de resistencia.
Las guerras de Yucatán, como se le llamaron desde XIX, buscaban exterminar y lo lograron en miles de casos a sus abuelas, a sus bisabuelas, a sus tatarabuelas. Esa cultura de ustedes, la cultura maya, que se fundó en esta península, ha sido pues una cultura de resistencia.
Y esa cultura maya resistente ha llegado hoy aquí a este momento en donde, parece mentira, hoy muchas de ustedes se vuelven propietarias de lo que ya era suyo. Es una paradoja, pero a la vez es una buena noticia porque en los siglos pasados, por asuntos relacionados con la invasión y colonización española, después por los gobiernos sucesivos del México independiente, y particularmente durante el porfiriato, la cultura maya, los pueblos, su gente, sus posesiones fueron despojados de la vida, de sus comunidades, de sus actividades, de sus tierras.
Y hoy en este ir y venir de la historia, ustedes, las mujeres que hoy reciben estos títulos de propiedad, van a recuperar o recuperar lo que perteneció a sus ancestros. Eso no lo olviden, por favor. El documento que legalmente las acredita como propietarias es meramente un trámite de devolución de su tierra, de su legado, de su cultura y de su vocación como mujeres por el cuidado de la tierra.
¡Quién mejor que ustedes, nosotras, las mujeres para cuidar lo que nace, lo que nace en la tierra, es lo que nace en nuestro vientre! Las mujeres cuidamos, sobamos las hojas, vemos crecer, acariciamos el producto de la semilla, sabemos cuidar lo que hacemos crecer y sabemos criar lo que hacemos crecer.
De modo que en esta casual intervención, porque yo no estaba considerada para ser oradora, más que hablarles de literatura, que sí les voy a invitar a que lean siempre, siempre que me vean espero, digan: ‘Beatriz nos dice que lee’.
Más allá de que las voy a más allá de que las voy a invitar siempre que pueda a lean novela, cuento, historia, poesía, las felicito porque ese título de propiedad más los que sumen —espero sean muchos más— son un símbolo de una perseverancia ilimitada por parte de sus abuelas, de sus tatarabuelas y de todas las generaciones que les precedieron para que el día de hoy haya esta devolución simbólica de una tierra que jamás debió quitárseles.
Y ustedes ahora con sus hijas, con sus hijos, con sus esposos, cuídenla, como lo han hecho, pero con ese amor que ahora les da la seguridad aparente de un papel, porque ya lo hacían ustedes. Yo las felicito.
Los mexicanos tenemos memoria, las mexicanas tenemos mucha memoria, las mujeres somos muy memoriosas y las mujeres de esta península y las mujeres de Quintana Roo han venido contándoles a ustedes esas historias tristes y calamitosas de hace más de 100 años. No dejen de escucharlas, no dejen de razonar sobre ellas porque entonces van a comprender por qué hoy una entrega de escrituras o de una propiedad ejidal significa tanto en la historia de la propiedad de los que siempre fueron propietarios.
Yo le agradezco a mi presidente que me permita hacer esta breve alocución, que no estaba de verdad planeada.
Y como sé que lo que quieren es escuchar a él, yo los dejo porque creo que siempre nos dice cosas muy importantes también, desde aquí o a todos los lugares a donde va.
Así que gracias a mi presidente.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Bueno, pues decirles que estamos, la verdad, muy contentos con ustedes.
Abro otro paréntesis para decirle a las compañeras maestras de educación indígena que no va a cambiar el sistema de educación indígena, va a seguir igual, igual, como ha estado durante muchos años.
No olviden que yo fui, cuando salí de la escuela, fui director del Instituto Nacional Indigenista en Nacajuca, en la zona maya chontal, y ahí me tocó iniciar el programa, el sistema de educación indígena, educación bilingüe. Y claro que van a seguir los maestros bilingües, maestros indígenas, dependiendo de la Dirección de Asuntos Indígenas de la SEP, no tiene que ver el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas porque este instituto tiene otras funciones. Y se estableció en una iniciativa de ley lo que ustedes están demandando que no se lleve a la práctica, y yo ya di instrucciones para que se detenga esa reforma, eso es todo. Cierro paréntesis.
Y también es importante que sepamos que mucha gente que vive ahora en este estado de Quintana Roo viene de otros estados, vinieron a trabajar, a buscarse la vida a Quintana Roo, y muchos llegaron al campo, a ejidos, a colonias que se crearon en Quintana Roo.
Y sus papás son de Veracruz, y de Guerrero, y de Michoacán, y de Jalisco, y de Chiapas, y de Hidalgo, ¿no es así? Este es un estado que ha sido muy generoso con mucha gente que ha venido a buscarse la vida, y por eso siempre en Quintana Roo va a tener para nosotros un trato especial, porque amor con amor se paga.
Tienen una muy buena gobernadora, Mara Lezama.
Y ya fíjense que estamos invirtiendo mucho en Quintana Roo. Vengo cada 15 días a Quintana Roo, ya estoy avecindado y voy a seguir visitando Quintana Roo.
Tenemos, ya saben ustedes, obras muy importantes como el Tren Maya, pero también estamos construyendo caminos y estamos impulsando programas de Bienestar, el Sembrando Vida que se está aplicando, becas para estudiantes, la pensión a los adultos mayores.
Y ya aprovecho también para adelantarles que en enero del año próximo aumenta 25 por ciento más, porque cuando yo termine lo que quiero es que una pareja de adultos mayores tenga con esa pensión lo necesario para su alimentación cuando menos y universal para todos.
Ya vamos a seguir también con la pensión para niñas, niños y para todos los discapacitados de Quintana Roo.
Van a continuar todos los programas de Bienestar aquí en Quintana Roo.
Y vamos a seguir adelante, transformando Quintana Roo que le ha dado mucho este estado a México.
Fíjense la paradoja, lo que fue una prisión en aquel tiempo: mientras Yucatán en el porfiriato tenía como 200 mil habitantes, Quintana Roo con la misma extensión territorial apenas tenía ocho mil habitantes. Y ahora ya es otra cosa, ya Quintana Roo tiene más población que Yucatán.
¿Por qué entre otras cosas?
Porque este es un paraíso, este es un paraíso. Y no sólo es el azul turquesa, no lo olviden, es el pasado cultural, porque desde 300 años, 400 años antes de la era cristiana ya estaba floreciendo las culturas mayas en estas tierras.
Por eso estamos llevando a cabo un rescate de todas las zonas arqueológicas para que el turismo que antes sólo llegaba a Cancún, al norte de Quintana Roo, se pueda ir internando hacia el sur de Quintana Roo, que también es pueblo y es cultura.
Y de Chetumal, donde viene el tren de Cancún, Tulum, Chetumal eléctrico, el Tren Maya que vamos a inaugurar en diciembre de este año, aunque llueva, truene o relampaguee.
Y de Chetumal a Calakmul, Calakmul-Escárcega, Escárcega-Palenque, Palenque-Coatzacoalcos, Coatzacoalcos al istmo, allá en el Pacífico, Salina Cruz-Ixtepec y de ahí todo Chiapas hasta Guatemala.
Comunicación en tren, van a regresar los trenes de pasajeros. Ustedes porque están jóvenes, pero sus papás, sus abuelos, saben que se viajaba antes mucho en tren de pasajeros, pero llegaron estos corruptos neoliberales y acabaron con los trenes de pasajeros, pero ahora se rescata de nuevo el tren de pasajeros.
¡Que viva el Tren Maya!
¡Qué viva el pueblo de Quintana Roo!
¡Qué vivan las mujeres!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
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